La historia de un héroe
Javier Flórez Aristizábal tiene 52 años de edad; se jubiló en el 2018 del cuerpo de bomberos de la ciudad de Medellín. Trabajó la mayor parte de su vida como bombero en la estación CB4 de Campo Valdés. Javier inició como bombero a los 19 años, sin embargo, no quería serlo; "comencé como laboratorista dental y tuve muchas dificultades en el proceso", dijo él. El hecho de ser bombero fue una casualidad, para él ingresar a los bomberos tuvo que iniciar como voluntario, posteriormente se convirtió en bombero oficial.
De pequeño quiso ser piloto, pero por la situación económica de su familia no pudo estudiar aviación. "Ser bombero cambió mi vida, pude ayudar a la comunidad y esto me llenó de gran satisfacción", dijo el bombero jubilado. Las desventajas de ser bombero fueron principalmente el hecho de que al tener que trabajar las 24 horas del día se perdió de fechas importantes y de compartir con su familia. "Las personas me admiraban al ser bombero, tuve beneficios y me veían como salvador", dijo Javier.
Una de las anécdotas que manifiesta, fue cuando en un incendio, en la parte central de Belén, se encontró a un compañero, quien se durmió a causa de los gases, que al parecer se quedó en una fiesta de diciembre y falleció a causa de quemaduras internas.
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Tuvo dos hijas, "ser bombero era una labor muy difícil, sin embargo, lo aceptamos porque era algo que lo hacía feliz", dijo su familia. Al cumplir los 50 años pasó su carta de renuncia porque ya había cumplido un ciclo. Quiso darle su puesto a una persona joven que tuviera la vocación de trabajar en pro de la comunidad; el puesto de bombero es muy codiciado y requiere de responsabilidad.
Doña Nelly, la sobandera
María Nelly Vélez de López, sobandera del barrio Campo Valdés. Es una mujer de 82 años su cabello carente de canas no revelan su edad. “Doña Nelly", como se distingue en el barrio es descrita por su hija Diana López como “una persona de admirar por su sacrificio para dar el estudio a mis hermanos y a mí". María Nelly ha vivido en Campo Valdés desde hace 48 años, “desde que tuve a mi hija menor Diana" dice María Nelly, los otros 34 años los vivió en su pueblo natal Urrao Antioquia, lugar donde se casó.
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Comenzó cuando su esposo, ya fallecido no lograba cubrir con los gastos domésticos, como el mercado, el arriendo en aquel tiempo de 4.000 pesos y manutención de sus cuatro hijos Orfith, Arbey, Jhon Jairo y Diana. Aunque, como la describen sus familiares era una sabia costurera; ella en sus 40 años se dedicaba a coser los uniformes y vestidos de 15s a los hijos de todos sus vecinos. Su oficio de tejer vestuarios desde cero se estaba haciendo rentable. María Nelly nunca le dijo a su esposo, “para que él no se relajara” dijo entre risas ya que el trabajo de su esposo lo obligaba a estar viajando.
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“Desde que vivo en Campo Valdés siempre ha sido muy poblado” dice la señora, añadiendo que, “ya había muchas casas construidas por las avenidas", lugar en el barrio en que ella reside. Viviendo la mitad de su vida en Campo Valdés ella es bastante distinguida por sus vecinos, “Doña Nelly siempre fue muy amiga de mi mamá” afirmó Claudia Chavarriaga quien la aprecia como si fuera su propia madre.
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María Nelly, a sus 50 años, recibió de su padre ya con una edad avanzada un rezo de su pueblo Urrao Antioquia con la capacidad de mejorar a personas con golpes no mayores a esguinces o fracturas, “vienen personas a que los enyesé, pero yo los mando a que vayan a urgencias”. Apeló María Nelly con gran convencimiento.
“Mi papá me pasó la virtud, por lo que ya él la perdía" dice María Nelly agregando “si yo la doy, también la pierdo”. Su rezo es propósito de personas del barrio Campo Valdés, quienes tienen tropiezos o sufren golpes buscando calmar su dolor. “Las personas llegan a mí por recomendación de otras que ya sobé", la sobandera agrega que “yo no les cobro a mis clientes, es lo que ellos me quieran dar". Finalizó María Nelly.
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María Nelly Vélez de López, de personalidad extrovertida e incluso con una amable imprudencia es la señora que todos saludan. Siempre regala minutos de conversa a la persona que se encuentre en su camino. “Doña Nelly” caracterizada por su humildad y nobleza con las personas de su barrio la hace ser una persona distinguida en las avenidas y los alrededores de la misma.
